Un acontecimiento que marcó a la sociedad civil chihuahuense ocurrió la noche del sábado 22 de septiembre de 1990, cuando una tromba azotó a gran parte de la Ciudad de Chihuahua que dejó a miles de damnificados y cerca de sesenta personas fallecidas.

Lo anterior, tras decenas de inundaciones y derrumbes presentadas en varias colonias; la intensa precipitación de aquella noche derivó en el derrame de la Presa El Rejón.

Según algunos estudios e investigaciones plasmadas en medios digitales, el fenómeno climático ocurrió a consecuencia de la combinación del fenómeno de «El Niño» y el ingreso del primer frente frío de la temporada por el norte del estado. Hecho que derivó en la caída de 140 mm.

El alcalde Rodolfo Torres Medina y el gobernador de aquel entonces, Fernando Baeza, salieron apenas pasando el incidente para dimensionar el tamaño de la tragedia y girar instrucciones a sus equipos para atender de inmediato a los afectados por la que es considerada como una de las peores tragedias de la Ciudad de Chihuahua.

A 35 años de la tragedia, la Capital rememora esta efeméride con actos conmemorativos y con exhortos a fortalecer la infraestructura hidráulica y los sistemas de alerta temprana, frente a los efectos del cambio climático que continúan provocando fenómenos extremos.