El discurso oficial que culpa a las farmacéuticas por el retraso en la entrega de medicinas se tambalea.
La industria ya respondió y fue clara: el verdadero problema está en el Gobierno federal, que mantiene adeudos superiores a 40 mil millones de pesos y una logística colapsada en los almacenes de Birmex.
Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum lanza advertencias de sanciones y amenazas de inhabilitación contra las empresas, los laboratorios recuerdan que han seguido entregando insumos aun sin contratos firmados y con pagos que tardan hasta un año y medio en llegar.
Patrick Devlyn, presidente de la Comisión de Salud del Consejo Coordinador Empresarial, explicó que más de 50 laboratorios arrastran deudas por 20 mil millones de pesos, y que al sumar a otras empresas, la cifra se dispara por arriba de los 40 mil millones.
El directivo fue contundente: “El dinero es un problema. Aunque las bases dicen que se paga a seis meses, la realidad es que se tardan hasta 18 meses en cubrir los adeudos”. Con estas condiciones, difícilmente los laboratorios podrán garantizar el abasto total que exige el Gobierno.
La otra cara del desastre es la logística. Los almacenes de Birmex, la empresa estatal encargada de centralizar la distribución, están saturados. Las farmacéuticas denuncian que camiones cargados con medicamentos regresan porque “no hay espacio para recibirlos”.
Es decir: los medicamentos sí existen, pero el sistema del propio Gobierno los frena en la puerta del almacén.
0 comentarios