Dormir bien para vivir mejor

Nov 6, 2025 | Opinión

Vivimos tan de prisa que, sin darnos cuenta, vamos posponiendo lo esencial. Entre pendientes, responsabilidades y exigencias sociales, solemos sacrificar justo aquello que sostiene nuestra salud y nuestra alegría de vivir: el descanso. Dormir bien no es un lujo, es un acto de amor propio. Es regalarle al cuerpo y al alma un espacio para repararse, limpiarse, sanar y recuperar equilibrio.

Durante el sueño profundo —ese viaje silencioso en el que la mente descansa y el cuerpo se restaura— ocurre algo casi mágico: disminuye el impacto del estrés, se fortalece nuestro sistema inmune, se ordena la memoria y el corazón emocional se estabiliza. Cuando nos falta esta fase de sueño, lo sentimos… el ánimo decae, la mente se nubla y el cuerpo se queja. La vida pesa más.

Dormir profundamente no sucede por casualidad, sino por decisión y constancia. Requiere pequeños rituales diarios que envían un mensaje claro al cuerpo: “mereces descansar”. Mover el cuerpo para activar la energía, nutrirnos con alimentos que calmen el sistema nervioso, cuidar de nuestra microbiota intestinal —esa maravillosa aliada del bienestar emocional— y darnos pausas para respirar, sentir y volver al centro… son actos de autocuidado que construyen noches más serenas.

Hoy quiero invitarte a detenerte un instante y preguntarte con honestidad:

¿Cómo está tu descanso?
¿Te levantas con ligereza, con ganas de abrazar la vida?
¿O despiertas con el cuerpo pesado, la mente cansada y el corazón sin brillo?
¿Cuántas veces has dicho “dormí, pero no descansé”?

Esas frases son señales del alma y del cuerpo pidiendo una tregua.

Dormir mejor es posible. No necesitas transformar tu vida de golpe. Basta con elegir un primer paso… y luego otro. De a poco. Con paciencia. Con cariño hacia ti.

Pequeños rituales que hacen una gran diferencia

Durante el día:

  • Estira tu cuerpo al despertar, como si lo nombraras con amor.
    • Dedica 20 a 40 minutos a mover tu corazón y tu energía.
    • Considera apoyar tu bienestar con suplementos, siempre con guía profesional.
    • Incluye probióticos naturales en tus platos diarios.
    • Regálate pausas de respiración consciente o meditación para volver a ti.

Antes de dormir:

  • Respeta tus horarios: tu cuerpo agradece la constancia.
    • Practica una relajación muscular progresiva; verás cómo te envuelve la calma.
    • Prepara tu habitación como un refugio de paz.
    • Apaga pantallas y sonidos que “encienden” la mente; dale permiso de apagarse.
    • Elige una infusión que arrope tu noche: azahar, manzanilla o toronjil.
    • Un baño tibio puede ser el abrazo que tu cuerpo necesita.
    • Perfuma tu espacio con lavanda y permite que la serenidad te encuentre.

Y, si puedes elegir un gesto final para cerrar tu día, que sea este:
escribe tres cosas por las que hoy te sientes agradecido(a).
La gratitud abre espacio en la mente y en el corazón para el descanso. Es un recordatorio de que incluso en días difíciles, siempre hay luz.

Dormir bien es un acto profundo de cuidado interior. Es honrar tu vida.
Cuando comienzas a descansar de verdad, lo notas… vuelves a habitar en ti.

Por la Dra. Elsa Edith Rios Juárez

Directora del Instituto de Análisis Existencial y Logoterapia de Chihuahua

Alfredo Martínez

Alfredo Martínez Sosa es Editor en Jefe de Noticieros Radiorama, donde encabeza el trabajo informativo con responsabilidad, liderazgo y compromiso hacia la audiencia. Con más de 20 años de experiencia en el periodismo, ha desarrollado una sólida trayectoria en medios de comunicación, destacando por su capacidad de análisis, su rigor profesional y su visión crítica de la realidad social y política de Chihuahua y del país.

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