El magnate mexicano Ricardo Salinas Pliego volvió a colocarse en el centro de la polémica internacional tras conocerse que tuvo que depositar 25 millones de dólares como fianza en Estados Unidos para evitar su arresto, en medio de un litigio con AT&T, según reveló Bloomberg News.

El conflicto se remonta a la compra del negocio de telecomunicaciones de Salinas en 2014, operación por la que AT&T reclama impuestos no cubiertos. Aunque las empresas del empresario intentaron impugnar el adeudo, los tribunales fallaron en su contra y lo declararon en desacato. Una jueza de Nueva York incluso advirtió que, de no pagar 20 millones de dólares, enfrentaría la cárcel.

Más allá del alivio momentáneo que representa el pago de la fianza, el episodio exhibe nuevamente la manera en que Salinas se ha enfrentado con la justicia, no solo en México, donde sus pleitos fiscales con el SAT han sido constantes, sino ahora también en cortes extranjeras.

El hecho de que uno de los hombres más ricos del país tenga que recurrir a un pago multimillonario para eludir un arresto en EE.UU., refleja un desgaste en su imagen pública y empresarial. No se trata únicamente de un problema financiero, sino de la credibilidad de un personaje que suele presumir de ser “antisistema” y crítico del gobierno, pero que al mismo tiempo acumula conflictos legales en varios frentes.

Con este nuevo episodio, Ricardo Salinas Pliego no solo enfrenta cuestionamientos económicos, sino también una creciente sombra sobre su reputación, que puede terminar por afectar su influencia empresarial y política.