Me preguntó el Ingeniero Francisco Medina, hermano de Jorge, éste último papá del ciclista multicampeón nacional infantil y abuelo de otro del mismo nombre que ya ganó un Teporaca también pedaleando.
¿Qué tiene Argentina que siempre cuenta con una buena selección nacional?
Mire, le contesté:
En primer lugar los argentinos sí se sienten superiores a los demás y también le tienen un amor ejemplar a su patria. En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 jugaban voleibol Argentina e Italia y en las gradas la porra de Argentina hacía mucho relajo, imagine quienes eran los de esa porra, se trataba de la selección de fútbol, sí, eran los del fútbol, ahí entrevisté a Javier “el Conejito” Zaviola que jugaba con el Barcelona, le estaban echando porras a su equipo nacional; ¿acaso eso se podría ver en nuestro país?, lo que sí se alcanza a ver es que algunos atletas van a las competencias de sus compañeros y en ocasiones de otras disciplinas, pero nunca los del futbol.
En otra disciplina deportiva, por ejemplo en básquetbol, México y Argentina se enfrentaron allá por el 2003 o 2004 en el gimnasio Universitario Manuel Bernardo Aguirre en juego de preparación y de exhibición para ambos, jugando Eduardo Nájera por los nuestros y Emmanuel Ginóbili por los sudamericanos, ante un lleno absoluto en el coloso universitario. Ese día Guillermo Vequio, argentino pero que dirigía a México, me dijo en el mismo escenario antes del juego: “mira, esos chavos”- refiriéndose a los argentinos que calentaban- “tienen más de 350 juegos jugando juntos, son seleccionados nacionales desde los catorce años de edad y andan por todo el mundo, ya se conocen hasta en la sopa.
Además, por cierto lo más importante, algo que tienen nuestros amigos del cono sur es una organización hacia las fuerzas básicas bien sustentada en las diferentes disciplinas deportivas, como el fútbol, básquetbol y voleibol por citar sólo unos ejemplos, al menos eso tenían en aquel tiempo. Tal vez ahí está la respuesta a la pregunta de ¿Qué tiene Argentina? O sea, formación, cultura ganadora, trabajo previo en cantidad para seleccionar la calidad, autoestima elevado, historia y seguramente más interés por su selección que por sus equipos de liga así como menos, pero en mucho, corrupción.
Tienen una explotación de talentos que les permite sustituir con igual o mejor potencial a las estrellas que van dejando paso y así tienen la capacidad de refrendar sitios de honor en juveniles o en mundiales mayores, o bien, en Juegos Olímpicos como en Atenas 2004, se coronaron ganando la medalla de oro en básquetbol.
Acá decimos, o dicen mejor dicho, que no hay producción de jugadores jóvenes y que por eso siguen ya casi abuelos en el tri, eso no es cierto, si hay producción, lo que no hay son oportunidades para los nuevos valores mexicanos.
Eso del sí se puede, lo he escuchado cientos de veces cuando no se puede o finalmente no se pudo, ese grito es un reclamo desde el sub consiente que no reconoce otra cosa nomás que inferioridad.
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