Nuestra Opinión: Controvertida la protesta de los agricultores | Miss Universo y su relación con PEMEX

Nov 24, 2025 | Opinión

EL PARO de transportistas y campesinos registrado hoy ha sido de gran magnitud. Aunque la Secretaría de Gobernación federal asegura que el movimiento tiene tintes políticos promovidos por la oposición, todo indica que esa lectura está profundamente equivocada, pues la oposición partidista a Morena difícilmente tendría la capacidad de articular un bloqueo nacional de tal escala.

Para dimensionarlo: fueron 36 puntos carreteros estratégicos los que amanecieron bloqueados en distintas regiones del país; además, se paralizó el transporte de carga en puentes internacionales clave para la exportación. En la Ciudad de México se obstruyeron cuatro accesos neurálgicos, incluida la Central de Abasto y las líneas 1, 2 y 5 del Metrobús. Y esto solo como ejemplo, ya que el paro tuvo presencia en al menos 17 estados.

Pretender atribuir toda esta movilización a la oposición partidista es un boomerang político de enormes proporciones. ¡Ya quisieran Alito, Jorge Romero, “el tío Riche”, Lili Téllez y compañía tener la fuerza para convocar a campesinos y transportistas… y que estos realmente los siguieran!

Todo apunta más bien a una reacción legítima de productores y al hartazgo de los transportistas, quienes a diario son víctimas del crimen organizado en las carreteras del país. Aun así, el gobierno federal insiste en que está abierto al diálogo.

Y AHORA, el chisme político-farandulero del año: el desprestigiado certamen de belleza Miss Universo, que a lo largo de su historia ha acumulado escándalos, volvió a hacer ruido en su edición 2025, pero esta vez “se voló la barda”. Varias participantes han denunciado abiertamente un presunto fraude.

Para entender el contexto: en septiembre de 2015, Donald Trump, hoy presidente de Estados Unidos, vendió la franquicia de Miss Universo. La obtuvieron unas agencias y posteriormente un empresario tailandés. Más tarde, el mexicano Raúl Rocha Cantú, dueño de casinos en Monterrey, adquirió el 50 % de la franquicia.

Hasta aquí, nada fuera de lo común. Pero resulta que Bernardo Bosch Hernández, originario de Tabasco y alto ejecutivo de Petróleos Mexicanos con más de 27 años en cargos estratégicos —según su propio perfil de LinkedIn—, es el padre de Fátima Bosch, la Miss Universo 2025. A esto se suma que Rocha Cantú también es dueño de una empresa gasera que ha recibido contratos por más de 700 millones de pesos.

Aunque podría parecer una simple coincidencia —el papá de la ganadora trabajando en PEMEX y Rocha Cantú siendo un empresario con contratos públicos—, el verdadero escándalo estalló durante el certamen: varias concursantes aseguraron que todo estuvo arreglado, que ya sabían que Fátima Bosch llegaría al Top 10 y que incluso se rumoraba que sería la ganadora desde antes del evento.

El conflicto creció cuando tres jueces renunciaron, y uno de ellos, el músico franco-libanés Omar Harfouch, denunció que Rocha Cantú lo presionó para votar por la mexicana porque “convenía al negocio”. Harfouch afirma tener grabaciones y vendió su testimonio a la cadena HBO, que publicará un documental en 2026.

Así, el llamativo y frívolo certamen de Miss Universo ha quedado envuelto en una presunta red de corrupción vinculada a PEMEX y a personajes influyentes de Tabasco, colocándose nuevamente en el ojo del huracán.

En la Opinión: Marco Aurelio Guevara y Juan Pablo Macías.

Juan Pablo Macias

Conductor y Reportero en Nuestras Noticias.

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