La industria manufacturera mexicana registró una drástica contracción de 15% anual durante agosto, su peor desempeño desde septiembre de 2021, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El retroceso confirma una desaceleración profunda en la actividad industrial, afectada por la caída de la demanda externa, los altos costos de insumos y la disminución de inversiones en plantas productivas.
Los ramos más afectados fueron el automotriz, el de maquinaria y equipo, y el de productos metálicos, que resintieron la disminución de exportaciones hacia Estados Unidos y los problemas logísticos en aduanas —principalmente por retrasos en permisos de importación de acero y componentes electrónicos.
La caída también se asocia a una menor inversión pública en infraestructura industrial, lo que ha frenado la demanda interna de bienes intermedios.
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