El récord oculto de Héctor Espino

Sep 9, 2025 | Opinión

Cada siete de septiembre da con creces para recordar a Héctor Espino González, el niño Espino, supermán de Chihuahua, el bambino mexicano, hombre récord y tal vez otros apodos en alusión al mejor bateador de todos los tiempos en el beisbol de nuestro país.

Ciertamente hoy en día, a 28 años de su fallecimiento, hay aún muchos que pueden presumir haber visto las hazañas jugando para los Sultanes de Monterrey en la liga Mexicana y para los Naranjeros de Hermosillo en la del Pacífico, entre otros equipos en ambos circuitos. Pero pocos, muy pocos, como don Humberto Ortega Gabaldón, pueden volver a vivir anécdotas y recrear momentos a casi 70 años de sus primeros swings con los primeros equipos del sector amateur y más tarde en el profesionalismo.

“Hay varias versiones de por qué le decían niño, pero la más creíble es porque siendo un muchacho ahí andaba siempre en todos lados cuando sus hermanos mayores jugaban con el equipo Constructora Morentín de la colonia Dale que dirigía el señor Conrado Huie, le decían niño trae esa garrafa de agua, niño trae aquello, niño, niño, y ahí comenzaron a decirle así”, comentó con el entusiasmo de siempre don Humberto.

Y agregó:

“Allá por 1956 jugamos en tercera fuerza en Avalos y de inmediato nos dimos cuenta que teníamos a un gran jugador en las paradas cortas, también jugó el short muy al principio; ese jonrón que dio no se veía en ningún lado aquí en Chihuahua. Jugó con la Sota Venegas y en primera fuerza ya en el Proces Albe dirigido por aquel locutor de la XEFI Radio Mexicana Raúl Álvarez Herrera, él fue un día por Héctor a su casa y lo llevó en camión urbano al parque Almanza a presentarlo con los Dorados de Chihuahua profesional de la Liga Nacional; aceptó jugar por 900 pesos mensuales, después estuvo en equipos de la liga Central Mexicana, volvió en el 59 y Mauro Contreras lo enlazó para los Naranjeros en la liga de la costa”

¿Y el récord oculto?

Es que durante la plática don Humberto Ortega sacó libros y fotografías, memorias y datos estadísticos, en donde están los récords de Espino, varios aún vigentes, como el de cuadrangulares, carreras producidas y promedio de bateo que le dieron la triple corona y demás. Él habló del otro récord cuando dijo que “nunca reclamó una decisión al ampáyer, nunca”, dijo el dueño de dueño del rincón beisbolero en Villa Juárez, La Frontera.

Eso, valores, es parte medular a desarrollar en toda actividad deportiva o no deportiva, conociendo la historia y las virtudes de quienes siguen siendo ejemplo y que bien deben ser conocidos por quienes desean ser tan grandes como ellos.

Escribió José Luis Barraza Infante.

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