Bien, muy bien, muy y muy bien, la posición del alcalde Marco Bonilla de no dar boletos VIP para el magno concierto de Alejandro Sanz, dentro del festival internacional del municipio de Chihuahua, a celebrarse el próximo domingo.
Y es que no fueron pocos los “influyentes” que empezaron a presionar al alcalde y sus funcionarios para exigirles pulsaras o boletos VIP para no batallar en el concierto, llegar a la hora de inicio y disfrutar de a gorra al artista español.
Marco Bonilla, tomó la decisión salomónica de no dar privilegios a nadie, lo cual por mucho es la mejor decisión política que se puede tomar, y más cuando la gente anda todavía enchilada por lo que sucedió en el concierto de Ricky Martín, donde abusaron con el reparto de pulseras y las dieron sin ningún tipo de criterio razonable.
Hay que acotar que los lugares especiales para este tipo de eventos se entienden y se justifican a partir de que los gobiernos pueden tener la cortesía con invitados especiales como diplomáticos, empresarios extranjeros, deportistas destacados, periodistas que van a trabajar para narrar el evento, alcaldes de otros municipios y la misma gobernadora, entre otros.
No obstante, los criterios de invitados especiales estaban muy muy abajo y repartidos a discreción, por lo que para no meterse en problemas se decidió en este evento decir no y por supuesto que el pueblo está más que agradecido.
Hay que ver si esta tendencia sigue, o se consigue una manera aceptada de reparto de boletos, una rifa o sorteo para lugares no suena mal, pero lo tendrán que resolver para la próxima.
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