“Cuatro décadas de abandono: la tragedia imperdonable del Hospital Morelos del IMSS”

Ago 11, 2025 | Opinión

Desde hace más de 40 años, la ciudad de Chihuahua no ha visto la construcción de un nuevo hospital del IMSS que dé soluciones dignas a su creciente población; hoy, la única unidad sigue atendiendo con la misma infraestructura obsoleta de antaño.

Esta insuficiencia cobra rostros y nombres: familias que sufren en largas filas bajo mallas sombra, pacientes que esperan sin medicinas o insumos básicos —como gasas o jeringas— y escuchan que sus citas se programan para meses, cuando ya pagaron sus cuotas.

El pasado 5 de agosto de 2025, una familia denunció que un padre de familia murió esperando atención urgente en el Hospital Morelos, pese a que llegó con síntomas graves.

Apenas meses antes, entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre de 2024, el señor Alejandro Estrada Pedraza ingresó por un absceso en el bazo, pero su atención fue sistemáticamente postergada mientras personal celebraba una fiesta con mariachi por la jubilación de un médico. El resultado fue lamentable: falencias, deterioro de órganos —como riñón, corazón y pulmones— y su fallecimiento por choque séptico.

A esto se suma una recomendación reciente de la CNDH (marzo de 2025), derivada del deceso de un paciente con cáncer en el HGZ‑1 Morelos y la Clínica 33 de Chihuahua. Se comprobó que hubo omisiones graves: no se interrogó sobre antecedentes familiares, no se realizó estadificación ni se valoraron estudios clínicos determinantes para adaptar el tratamiento. La Comisión exigió compensación a la familia, atención psicológica y capacitación en derechos humanos para el personal.

¿Cuánto más necesita el Estado para actuar? ¿Cuántas vidas deben perderse antes de que los políticos reconozcan que Chihuahua merece un hospital digno, moderno y funcional?

Se hace indispensable una infraestructura nueva del IMSS, adecuada, equipada y humana —no una parcha permanente en un sistema al borde del colapso.

Las familias afectadas no solo exigen justicia para sus seres queridos; demandan un cambio real. Chihuahua no puede seguir pagando con vidas el abandono estructural, presupuestal y político. Ya son demasiadas décadas, demasiado dolor.

Alfredo Martínez Sosa

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